En esta ocasión, Do-ho suh ha creado una instalación en
la cubierta de un edificio, que continua con su esploración sobre el
hogar y los desplazamientos culturales. Esta escultura permanente, instalada en el borde de
la cubierta de un edificio de siete plantas del Campus,
nos recuerda a la idea más inmediata de hogar pero en una
actualización bastante agresiva del espacio en que se situá y
que le rodea. Una sensación que transmite claramente y con la que
muchos estudiantes pueden sentirse identificados.
La casa, girada un angulo de 10º,
mide aproximadamente 3X5,5 metros y pesa casi 32 toneladas. Se accede
a ella por la cubierta a través de un pequeño jardín
decorado y una vez dentro se puede disfrutar de un espacio dotado con
todos los elementos para convertirlo en el ''típico'' hogar, eso
sí... fuera de lugar.
( Por Inés Caballero)